El Dr. Bond, de la Unidad de Apoyo de Policía
Científica de Northamptonshire e investigador honorario del Centro de
Investigación Forense de la Universidad de Leicester, ha desarrollado un método
que permite “visualizar huellas dactilares”, incluso después que la impresión
ha sido borrada o sometida a altas temperaturas como ocurre con las vainas
halladas en la escena de un crimen.
Cuando un cartucho es disparado, incluso cuando un explosivo es detonado, las altas temperaturas (500-600º c.) volatilizan las secreciones que hacen que una huella dactilar quede impresa en el mismo. No obstante el Dr. Bond, ha determinado que las sales provenientes del sudor de las manos produce una corrosión en el metal, tan pronto el dedo toca la superficie del mismo, lo que resulta en la formación de complejos de iones metálicos los cuales pueden ser revelados luego mediante la aplicación de técnicas específicas, incluso si la huella ha sido limpiada con papel o tela.
“El procedimiento funciona mediante la aplicación
de una carga eléctrica a un metal que ha sido revestido de polvo, similar al
utilizado en las fotocopiadoras; Incluso si la huella digital ha sido lavada,
deja una leve corrosión en los metales y esto atrae el polvo cuando la carga
eléctrica es aplica, por lo que muestra huellas digitales residuales”.
La técnica
funciona aún en aquellos casos que las muestras hayan sido lavadas con agua y
jabón, ya que la corrosión existente en el metal atrae el polvo cuando la carga
se aplica y esto permite revelar la huella dactilar de la persona que haya
manipulado el cartucho.
Además el Dr.
Bond, ha determinado que las huellas latentes para este sistema jamás
desaparecen por lo que podrían reabrirse casos archivados para estudiar y
determinar la identidad de la persona que manipuló el arma homicida.
Por otra parte en un artículo publicado en la revista American Journal
of Forensic Science, el científico afirma que de la única forma en que se
podría borrar la huella es aplicando técnicas abrasivas, es decir quitando
metal de la superficie de la vaina.
Fuente: University of Leicester.
Fuente: University of Leicester.