No es necesario hacer un estudio del
comportamiento de los conductores para estar seguros que si uno habla por
teléfono mientras se está al mando de un vehículo la capacidad de reacción se ve
seriamente afectada.
Muchos de nosotros, en alguna situación
hemos tomado el celular para atender una llamada, al menos para pedir que se
nos llame luego y eso nos da la mejor evidencia de que hablar por teléfono nos
distrae, incluso en muchas oportunidades resulta incómodo, y podríamos agregar
que otras veces es difícil seguir el trayecto adecuadamente sin cometer algún
error.
Nadie desconoce que hablar por celular
mientras se conduce constituye un riesgo para sí y para terceros, sin embargo
pocos conocen qué es lo que sucede en nuestro cerebro realmente.
Aún así son muchas las personas que
consideran que el uso de un dispositivo manos libres, los libera del peligro.
En esta investigación trataremos de revelar
si esto es realmente cierto y qué es lo que involucra, además de nuestras
manos, el uso del teléfono celular respecto de nuestra capacidad para poder
guiar adecuadamente un vehículo, sin que ello signifique un peligro mientras se
conduce.
A esto se suma que los teléfonos celulares
dejaron de ser específicamente “eso”. Los avances tecnológicos permiten
realizar un sinfín de tareas con ellos, algunas de las cuales ya nos parecen
absolutamente naturales, porque nadie pensaría en estos tiempos en un celular
que no pueda enviar o recibir mensajes de texto; sin embargo esta multifunción
que nos proporciona la tecnología ayuda en proporción cada vez más peligrosa a
las distracciones del conductor. Hoy no sólo podemos mandar y recibir mensajes,
sino que podemos consultar un mapa GPS, navegar por la Internet, interactuar en
las redes sociales e incluso en los dispositivos más avanzados nos permiten ver
videos o la televisión.
Estos nuevos dispositivos, con pantallas táctiles
y más niveles de interacción exigidos para su manipulación ocasionan mayores
distracciones ya que es necesario mirar la pantalla, seguir secuencias para la
navegación, etc., inclusive marcar un número telefónico nos distrae, aunque hay
muchos de ellos que pueden activarse con la voz, e inclusive con un único comando
para marcar números especiales, sin embargo es válido preguntarse ¿Es sólo lo
que nos impide mirar el camino lo que nos distrae o hay otros rincones de
nuestra mente que también desatienden la conducción?
Muchos
conductores creen que utilizando un dispositivo manos libres y activando los
comandos de voz están fuera de peligro. Sin embargo aquellos que piensan que
los efectos distractores de los teléfonos celulares pueden ser eliminados por
mantener sus ojos en el camino o mediante el uso de estos dispositivos se
equivocan, ya que los peligros de conducir mientras se habla por teléfono no
tiene una relación directa con lo que hacemos con nuestras manos ni donde
ponemos la mirada, sino con nuestros cerebros...