Entrevistamos a Juan Antonio Carreras Espallardo, conocido como Carris,
es policía local, criminólogo y periodista. Su formación en seguridad vial
demuestra que es un verdadero experto sobre esta materia en España. Su blog incluye muchos de los
artículos de seguridad vial sobre temas actuales y preocupantes. Entre sus
retos está trasladar sus conocimientos a países como México, Argentina o Costa
Rica, donde ya se han hecho eco de este eminente criminólogo español.
Es
coordinador del libro “Aspectos Criminológicos en materia de Segeguridad Vial”
y promotor, junto con José María González González de la Criminología Vial.También
es autor de “Cien Verdades y una Mentira” un compendio de artículos relacionados
con el mundo policial, las ciencias criminológicas, la seguridad vial y el
ámbito periodístico.
- Los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas
de muerte en todo el mundo. Se dice que las causas de los accidentes son la
velocidad, el alcohol, el teléfono, etc. Pero a nosotros nos parece que la
causa principal son los conductores y aquellas son variables adicionales a la
conducta humana. ¿No será ya hora de restringir un poco el tránsito de algunas
personas? La prohibición para conducir es una medida que poco se aplica en casi
todo el mundo, salvo que primero se mate a un semejante. ¿Qué opina sobre esto?
- Las cifras sobre accidentalidad son alarmantes, aunque el
los últimos años estén bajando, según estadísticas de la Organización Mundial
de la Salud
(OMS), se calcula que al año mueren en el mundo 1.200.000 personas siendo más
de veinte millones los heridos anuales. Es preocupante.
- Por ejemplo, para renovar el permiso de conducir hay que
someterse a unas pruebas donde se comprueba que el conductor esté en
condiciones de renovar. Si no es así se le deniega el permiso de conducción.
Incluso los agentes de policía encargados de la vigilancia del tráfico (Guardia
Civil y Policías Locales principalmente) pueden informar a la Jefatura de Tráfico
cuando detectan que un conductor ha perdido sus facultades psicofísicas. En
España creo que se está dando buena respuesta a este tema y los conductores
están “controlados”, otra cuestión es cuando incorporan a su organismo
sustancias prohibidas como drogas o alcohol, en esos casos es la policía quien
ha de actuar si detecta al conductor. Un dato: en casi la mitad de fallecidos
por accidente de tráfico había presencia de drogas y/o alcohol, es para
reflexionar.
- Volvamos al principio, es cierto que el factor humano está
muy presente en estos preocupantes datos. En el tráfico son muchos los factores
que intervienen pero vamos a realizar una simplificación, una reducción a tres
de estos factores, que son: el llamado factor
humano, el llamado factor
mecánico y los llamados factores
ambientales (las condiciones meteorológicas como nieve, hielo, lluvia,
niebla, etc.; el estado de la vía, incluso su señalización).
- Lo que está claro es que el factor humano es decisivo.
Observe este gráfico, para comprender cuales son las principales causas de los
accidentes de tráfico:
- En España, las personas que vienen
de otros países a vivir aquí pueden canjear su permiso, pero para ello tienen
que ver si su país de origen tiene suscrito acuerdo de canje con España
- Sobre los delitos del tráfico cada
país regula los que considera que son más preocupantes en ese momento. Es
normal que una conducta pase a ser criminalizada porque la presión y la alarma
social ha llevado a los legisladores a incorporarla en el Código Penal. De
igual forma, si esa conducta pierde interés, porque ha sido un error ponerla en
el ámbito penal o porque no es justo que sea delictiva, pasaría al ámbito
administrativo. No olvidemos que el ámbito penal ha de utilizarse como ultima
ratio, como última opción y cuando la medida administrativa haya fallado. No es
coherente querer criminalizar todas las conductas del tráfico.
- Convengamos que guiar un vehículo es relativamente fácil. Hasta un
niño en sus juegos puede hacerlo e incluso muy bien. ¿Qué importancia tiene el
aspecto psicológico en los siniestros de tránsito?
- Muchísima. Aprendemos a
comportarnos en la circulación desde que nacemos. Los niños son imitadores de
comportamientos. Todas las conductas que realizan los padres son imitadas en gran
medida por sus hijos. Eso sucede en el tráfico. Los niños hacen lo que observan
en sus mayores, ellos no distinguen si está mal o bien hecho, porque si lo
realiza su padre, al que ven como un líder y ejemplo a seguir, suponen que es
correcto. Todavía queda un gran número de usuarios de la vía, ya sean
conductores, pasajeros o peatones, que ven la circulación vial como un
escenario de guerra donde quieren imponerse a su enemigo, en este caso al resto
de usuarios de la vía. Es un error, la circulación es muy peligrosa y todos
construimos día a día por lograr una circulación más ordenada y no menos
importante, educada, respetando a los demás. Ese es el secreto, la educación y
la concienciación, para bajar el número de víctimas mortales y con graves secuelas
en nuestras carreteras.
- La educación vial juega un papel
fundamental en la formación de las personas, desde bien niños.
- Según su experiencia, al momento de medirse la eficiencia de las
campañas de tránsito ¿Cuáles con las medidas que en general arrojan mejores
resultados?
- Las campañas de seguridad vial son
sumamente importantes, como también el papel que realizan los medios de
comunicación al difundir los mensajes. Las campañas de la Dirección General de
Tráfico (DGT) van orientadas a un grupo específico según el mes en que se
realicen. Estas campañas permiten conocer donde se está fallando y las
infracciones que cometen de forma más repetida los conductores. Por otro lado
tenemos las campañas legislativas, que si bien no son campañas, sirven para
regular tanto penal como administrativamente las conductas que merecen un
reproche sancionador.
- Las medidas que ofrecen mejores
resultados son las que duelen en el bolsillo de los infractores. Recordemos la
implantación del carné por puntos en España hace unos años, esa medida fue muy
efectiva, los conductores tienen mucho miedo por perder los puntos de su
permiso y tener que pasar un examen de nuevo para obtenerlo. Francamente, creo
que este no debería ser el motivo de miedo, porque los siniestros viales, la
muerte, la paraplejia e infinidad de secuelas irreparables y millones de
familias que quedan destrozadas por culpa de los accidentes sí que es una
verdadera preocupación. Pero falta concienciación social para evitarlo.
- Se hacen muchas campañas publicitarias relacionadas al tema, sin
embargo la educación vial va más allá de eso. ¿Qué es la “Educación Vial” para
un especialista como Ud.?
- La educación vial se refiere
a toda la formación relacionada con la seguridad vial cuyo fin es la prevención
de accidentes de tránsito o la minimización de sus efectos,
especialmente para la vida y la salud de las personas.
- Como ya he comentado, la educación
vial juega un papel fundamental en la formación de las personas, desde bien
niños. Por eso las Policías Locales están muy concienciadas en este asunto y
anualmente ofrecen sus programas de educación vial a los colegios y escuelas de
su municipio, para enseñar a los alumnos a comportarse debidamente en las
calles y carreteras.
- La educación vial comienza en el
colegio e incluso antes, los niños observan a sus padres. Todos los que
tengamos algo de responsabilidad con los menores estamos obligados moralmente a
educarles en valores de respeto y comportamiento adecuado en la circulación. Si
educamos a un niño correctamente no tendremos que reprocharle comportamientos
ilegales cuando crezca, porque habrá crecido asentando lo que está bien y lo
que está mal. Muchas víctimas de tráfico se arrepienten de su comportamiento,
pero lo hacen tarde, cuando ya han sido víctimas o causantes. Luego están los
que por mucho que hagas les da igual todo y son incorregibles, es inevitable.
- La industria automotriz nos ha sorprendido en los últimos años con
muchos avances relacionados a los dispositivos de seguridad en los vehículos, y
se gastan millones en ensayos como los crash test por ejemplo, sin embargo cada
vez se fabrican vehículos de uso público más potentes. ¿No es esto
contradictorio?
- Pero las cifras de accidentalidad
bajan, la potencia es la que es, hay unos límites de velocidad. Creo que cuanto
más seguro sean los vehículos será mejor, aunque ese beneficio tenga que
compaginarse con la mayor potencia de los mismos. Los límites de velocidad
están establecidos, si pasas de ese límite serás denunciado y sancionado administrativamente
con multa económica y pérdida de puntos. Pero si sobrepasas en 80 km/h . en vía interurbana
o en 60 km/h .
en vía urbana el límite establecido estarás cometiendo un delito y te
convertirás en un delincuente vial, pudiendo ir a la cárcel.
- Hace unos años defendí la
instalación de un limitador de velocidad, para evitar que un vehículo pueda
circular por ejemplo a 200 kh/h. Eso es una locura, a esa velocidad es difícil
que puedas vivir si sufres un accidente. Al igual que sigo defendiéndolo, defiendo
también la instalación de un control de alcoholemia que impida la puesta en
marcha del vehículo si su conductor ha bebido.
- La acción policial en general es un buen freno para disminuir los
accidentes de tránsito. ¿Qué otras medidas deberían implementarse para
disminuir la siniestralidad?
- Sin duda la concienciación y la
educación, esos son los secretos. Al fin y al cabo la policía es represora de
comportamientos que son ilegales en materia de seguridad vial, te imponen una
denuncia y ya está, pero hay otro papel muy importante que realizan los
policías a diario, concienciando y previniendo ilegalidades, ese papel es poco
valorado, por desgracia. Por poner un ejemplo, qué gran papel hacen los
policías dedicados a impartir educación vial.
- Ojo, la seguridad vial es una de
las principales funciones policiales en España, ejercida en mayor o menor
medida por todos los cuerpos integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Es extraño el agente de policía que no realiza alguna vez en su vida profesional
una intervención relacionada con esta materia. Es asimismo, un problema social
de primer orden, ya que causa más de 1000 muertes al año en España, y un número
muy superior de heridos, aunando las pérdidas humanas con cuantiosas cantidades
económicas en concepto de daños, reparación de vehículos, primas de seguros,
etc. Si tenemos en cuenta que determinadas actividades al volante son
constitutivas de delito, la formación en tráfico y seguridad vial se convierte
en un elemento fundamental de la formación policial.
- ¿Qué consecuencias para los imprudentes tiene la siniestralidad?
- Teniendo en cuenta los distintos tipos de imprudencia y el
resultado del accidente podemos establecer tres tipos de responsabilidad en la
que puede incurrir una persona al verse implicado en un accidente de tráfico.
Puede ser de tipo penal, administrativa y civil. Las consecuencias penales cuando
alguien se ve implicado como autor en un accidente de tráfico y ese accidente
es fruto de una imprudencia, se puede catalogar como Grave o Leve y en función
de esa catalogación se podrá estar incurriendo en determinadas conductas
perseguibles por vía penal (delito o una falta), con sus correspondientes
efectos jurídicos (penas o medidas de seguridad). En el caso de imprudencia
grave, se podría estar cometiendo un delito o una falta perseguible por vía
Penal. Dependiendo cada caso de las consecuencias de ese accidente. Si son
daños en las personas, en el caso de Homicidio ó Lesiones graves…supondrían
penas de privación de libertad y privación del derecho a conducir. Si las
lesiones son leves (no necesitan tratamiento médico o quirúrgico),
independientemente de que la imprudencia fuese grave o leve, no se considerará
como infracción penal y la reclamación de los daños será por vía civil. Cuando
al conductor se le considera únicamente causante de una imprudencia leve, se
tramitará un Juicio de Faltas, y las penas son de multa y/o privación del
permiso de conducir. En el caso de que los daños sean materiales, se
considerará delito cuando la imprudencia que ocasionó el accidente fuera grave
y la cuantía de los daños fuese superior a 80.000 euros. Si la imprudencia se
considerase como leve, independientemente de la cuantía de los daños
ocasionados, no se considerará que el hecho fuese perseguible por vía penal y
la reclamación de los daños será por vía civil. Por último la responsabilidad
penal (consecuencias penales), derivada de la comisión de delitos contra la
seguridad vial: conducción temeraria, alcoholemia, drogas, conducir sin permiso
de conducción y negativa a someterse a las pruebas de detección alcohólica.
- Las consecuencias civiles serán las relativas a la
reclamación de daños por parte de las victimas de un accidente, tanto de daños
materiales como de daños personales. Esta reclamación puede solucionarse con un
acuerdo entre las partes. Ante esa falta de acuerdo también pueden llevarse a
cabo a través de la jurisdicción civil (Juzgado de 1ª Instancia). Si bien, a
diferencia de la jurisdicción penal, sólo se pueden pedir indemnizaciones pero
no es posible solicitar la imposición de multas.
- Las últimas, las consecuencias administrativas, serán las
relativas a las sanciones por infracciones cometidas a la reglamentación de la
normativa de tráfico, por parte del responsable del accidente. Estas sanciones
podrán ser pecuniarias, de pérdida de puntos y/o de pérdida o suspensión del
permiso de conducir.
- Le pedimos a nuestro entrevistado si nos podría aportar alguna
reflexión final sobre la problemática del tránsito y su visión del problema.
- Es necesario redefinir el concepto
de accidentes de tráfico. Si tenemos en cuenta
los tiempos actuales, los avances del tráfico y sobretodo de sus normas,
principalmente las penales, con la tipificación de los delitos contra la
seguridad vial y otros relacionados con los accidentes de tráfico, el término
accidente va dejando de ser correcto para referirse a estos hechos. Pues tiene
poco de fortuito y eventual, sino más bien evitable y negligente. J.S Baker define el
accidente de circulación como: “Aquel suceso eventual, producido como ocasión
del tráfico, en el que interviene alguna unidad de circulación y como resultado
del cual se produce muerte o lesiones en las personas o daños en las cosas”. En
mi opinión personal es necesaria una redefinición del término. Los accidentes
de tráfico o circulación pasarían a llamarse siniestros de tráfico o viales
(suceso vial), con unas características especiales: si hay víctimas (tanto
leves, graves o fallecidos) sería agresión vial; si es con daños materiales:
daños del tráfico; y en tercer lugar, si se debe a factores ajenos al factor
humano (que ya es raro, por ejemplo cae un árbol por el viento): sería
accidente de tráfico.
- No menos importante es el papel de
las personas victimizadas, creo que hay que dar voz a las víctimas de los
siniestros viales y a los expertos anónimos, porque ellos están todos los días
observando la circulación, sus resultados, sus consecuencias y los puntos donde
se está errando.
- No quiero cerrar la entrevista sin
manifestar, una vez más, mi disconformidad con el delito de homicidio
imprudente, que tiene una pena de 1
a 4 años de prisión en España. Matar sale muy barato. En
mi opinión y de muchas víctimas de siniestros viales el homicidio imprudente,
cometido por un conductor borracho o temerario debería castigarse como
homicidio común, de 10 a
15 años de prisión. Él ha buscado el resultado, nunca la víctima, que ha
perdido más: LA VIDA.
- Para finalizar creo oportuno
mencionar que tengo el reto de convertir la criminología vial en el punto de
atención de los fanáticos por la criminología y que este fenómeno sea estudiado
para evitar la multitud de casos de violencia vial y el respeto merecido por
las víctimas de los siniestros viales. El proyecto lo inició un amigo
criminólogo, José María González González, y en él andamos, desarrollando,
estudiando e investigando para darle forma a la criminología vial.
El Lic. Juan Antonio Carreras Espallardo es Master
Universitario en Ciencias Forenses. Licenciado en Criminología y Periodismo
(Univ. de Murcia). Diplomado Superior en Criminología Formación Profesional,
Enseñanzas de Idiomas y Enseñanzas Artísticas. Diplomado Experto Universitario
en Educación Vial para Profesores. Funcionario de Carrera de la Administración
Local del Cuerpo de la Policía
Local de Molina de Segura donde se ha desempeñado como formador de aspirantes a
Policía Local y miembro de la Sección de Tráfico (Grupo de Atestados e
Investigación de Accidentes). Director
de Comunicación y Vocal en la Asociación de Criminólogos de Murcia ACM-FACE.
Asesor de Seguridad y Tráfico del diario La Opinión de Murcia. Director de
comunicación del Foro Internacional de la Víctima en los Medios. Es miembro del
Comité Académico de esta Revista y ha contribuido con numerosos artículos
relacionados a la Seguridad y la Criminología Vial.