martes, 13 de mayo de 2014

Entrevista Juan Antonio Carreras Espallardo


Entrevistamos a Juan Antonio Carreras Espallardo, conocido como Carris, es policía local, criminólogo y periodista. Su formación en seguridad vial demuestra que es un verdadero experto sobre esta materia en España. Su blog incluye muchos de los artículos de seguridad vial sobre temas actuales y preocupantes. Entre sus retos está trasladar sus conocimientos a países como México, Argentina o Costa Rica, donde ya se han hecho eco de este eminente criminólogo español.

Es coordinador del libro “Aspectos Criminológicos en materia de Segeguridad Vial” y promotor, junto con José María González González de la Criminología Vial.También es autor de “Cien Verdades y una Mentira” un compendio de artículos relacionados con el mundo policial, las ciencias criminológicas, la seguridad vial y el ámbito periodístico.

- Los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Se dice que las causas de los accidentes son la velocidad, el alcohol, el teléfono, etc. Pero a nosotros nos parece que la causa principal son los conductores y aquellas son variables adicionales a la conducta humana. ¿No será ya hora de restringir un poco el tránsito de algunas personas? La prohibición para conducir es una medida que poco se aplica en casi todo el mundo, salvo que primero se mate a un semejante. ¿Qué opina sobre esto?

- Las cifras sobre accidentalidad son alarmantes, aunque el los últimos años estén bajando, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que al año mueren en el mundo 1.200.000 personas siendo más de veinte millones los heridos anuales. Es preocupante.

- Por ejemplo, para renovar el permiso de conducir hay que someterse a unas pruebas donde se comprueba que el conductor esté en condiciones de renovar. Si no es así se le deniega el permiso de conducción. Incluso los agentes de policía encargados de la vigilancia del tráfico (Guardia Civil y Policías Locales principalmente) pueden informar a la Jefatura de Tráfico cuando detectan que un conductor ha perdido sus facultades psicofísicas. En España creo que se está dando buena respuesta a este tema y los conductores están “controlados”, otra cuestión es cuando incorporan a su organismo sustancias prohibidas como drogas o alcohol, en esos casos es la policía quien ha de actuar si detecta al conductor. Un dato: en casi la mitad de fallecidos por accidente de tráfico había presencia de drogas y/o alcohol, es para reflexionar.

- Volvamos al principio, es cierto que el factor humano está muy presente en estos preocupantes datos. En el tráfico son muchos los factores que intervienen pero vamos a realizar una simplificación, una reducción a tres de estos factores, que son: el llamado factor humano, el llamado factor mecánico y los llamados factores ambientales (las condiciones meteorológicas como nieve, hielo, lluvia, niebla, etc.; el estado de la vía, incluso su señalización).


 

- Hay quien afirma que el factor humano está presente en el 100% de los hechos de tráfico. Por ejemplo, el caso del conductor que se encuentra con un banco de niebla inesperado y no reduce la velocidad o en caso de nieve, si no disponemos de cadenas adecuadas. Es cierto que habrá quien diga que las carreteras no tienen el estado óptimo, o que la que señalización debería ser diferente, pero a la hora de tomar una decisión es el conductor o el peatón quien tiene la última palabra.

- Lo que está claro es que el factor humano es decisivo. Observe este gráfico, para comprender cuales son las principales causas de los accidentes de tráfico:

- Volvemos a insistir en que los delitos del tránsito son un problema mundial, sin embargo, y a pesar que la mayoría de las “señales del tránsito” están unificadas, cada país, cada región, cada municipio, cada ciudad tiene una legislación distinta en cuanto a las exigencias para obtener un permiso para conducir. Algunas incluso permiten obtener el permiso en un breve trámite administrativo. ¿No será hora de hacer una regulación internacional que unifique también las condiciones de idoneidad?

 - Así es, la circulación es un problema muy grave y no podemos distinguir entre conductores de distinta nacionalidad, aunque es cierto que cada país tiene su forma peculiar y particular de circular. De hecho hay muchos países que pueden obtener el canje del permiso de conducir para circular. Si se unificaran criterios y las normas fueran las mismas no cabe duda de que sería mejor, porque daría igual el país donde te encuentres y resultaría más fácil comprender todo el entramado legislativo en materia de tráfico. Sería una buena medida unificar las condiciones para obtener el permiso de conducir.

- En España, las personas que vienen de otros países a vivir aquí pueden canjear su permiso, pero para ello tienen que ver si su país de origen tiene suscrito acuerdo de canje con España

- Sobre los delitos del tráfico cada país regula los que considera que son más preocupantes en ese momento. Es normal que una conducta pase a ser criminalizada porque la presión y la alarma social ha llevado a los legisladores a incorporarla en el Código Penal. De igual forma, si esa conducta pierde interés, porque ha sido un error ponerla en el ámbito penal o porque no es justo que sea delictiva, pasaría al ámbito administrativo. No olvidemos que el ámbito penal ha de utilizarse como ultima ratio, como última opción y cuando la medida administrativa haya fallado. No es coherente querer criminalizar todas las conductas del tráfico.

- Convengamos que guiar un vehículo es relativamente fácil. Hasta un niño en sus juegos puede hacerlo e incluso muy bien. ¿Qué importancia tiene el aspecto psicológico en los siniestros de tránsito?

- Muchísima. Aprendemos a comportarnos en la circulación desde que nacemos. Los niños son imitadores de comportamientos. Todas las conductas que realizan los padres son imitadas en gran medida por sus hijos. Eso sucede en el tráfico. Los niños hacen lo que observan en sus mayores, ellos no distinguen si está mal o bien hecho, porque si lo realiza su padre, al que ven como un líder y ejemplo a seguir, suponen que es correcto. Todavía queda un gran número de usuarios de la vía, ya sean conductores, pasajeros o peatones, que ven la circulación vial como un escenario de guerra donde quieren imponerse a su enemigo, en este caso al resto de usuarios de la vía. Es un error, la circulación es muy peligrosa y todos construimos día a día por lograr una circulación más ordenada y no menos importante, educada, respetando a los demás. Ese es el secreto, la educación y la concienciación, para bajar el número de víctimas mortales y con graves secuelas en nuestras carreteras.

- La educación vial juega un papel fundamental en la formación de las personas, desde bien niños.

- Según su experiencia, al momento de medirse la eficiencia de las campañas de tránsito ¿Cuáles con las medidas que en general arrojan mejores resultados?

- Las campañas de seguridad vial son sumamente importantes, como también el papel que realizan los medios de comunicación al difundir los mensajes. Las campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT) van orientadas a un grupo específico según el mes en que se realicen. Estas campañas permiten conocer donde se está fallando y las infracciones que cometen de forma más repetida los conductores. Por otro lado tenemos las campañas legislativas, que si bien no son campañas, sirven para regular tanto penal como administrativamente las conductas que merecen un reproche sancionador.

- Las medidas que ofrecen mejores resultados son las que duelen en el bolsillo de los infractores. Recordemos la implantación del carné por puntos en España hace unos años, esa medida fue muy efectiva, los conductores tienen mucho miedo por perder los puntos de su permiso y tener que pasar un examen de nuevo para obtenerlo. Francamente, creo que este no debería ser el motivo de miedo, porque los siniestros viales, la muerte, la paraplejia e infinidad de secuelas irreparables y millones de familias que quedan destrozadas por culpa de los accidentes sí que es una verdadera preocupación. Pero falta concienciación social para evitarlo. 

- Se hacen muchas campañas publicitarias relacionadas al tema, sin embargo la educación vial va más allá de eso. ¿Qué es la “Educación Vial” para un especialista como Ud.?

- La educación vial se refiere a toda la formación relacionada con la seguridad vial cuyo fin es la prevención de accidentes de tránsito o la minimización de sus efectos, especialmente para la vida y la salud de las personas.

- Como ya he comentado, la educación vial juega un papel fundamental en la formación de las personas, desde bien niños. Por eso las Policías Locales están muy concienciadas en este asunto y anualmente ofrecen sus programas de educación vial a los colegios y escuelas de su municipio, para enseñar a los alumnos a comportarse debidamente en las calles y carreteras.

- La educación vial comienza en el colegio e incluso antes, los niños observan a sus padres. Todos los que tengamos algo de responsabilidad con los menores estamos obligados moralmente a educarles en valores de respeto y comportamiento adecuado en la circulación. Si educamos a un niño correctamente no tendremos que reprocharle comportamientos ilegales cuando crezca, porque habrá crecido asentando lo que está bien y lo que está mal. Muchas víctimas de tráfico se arrepienten de su comportamiento, pero lo hacen tarde, cuando ya han sido víctimas o causantes. Luego están los que por mucho que hagas les da igual todo y son incorregibles, es inevitable.

- La industria automotriz nos ha sorprendido en los últimos años con muchos avances relacionados a los dispositivos de seguridad en los vehículos, y se gastan millones en ensayos como los crash test por ejemplo, sin embargo cada vez se fabrican vehículos de uso público más potentes. ¿No es esto contradictorio?

- Pero las cifras de accidentalidad bajan, la potencia es la que es, hay unos límites de velocidad. Creo que cuanto más seguro sean los vehículos será mejor, aunque ese beneficio tenga que compaginarse con la mayor potencia de los mismos. Los límites de velocidad están establecidos, si pasas de ese límite serás denunciado y sancionado administrativamente con multa económica y pérdida de puntos. Pero si sobrepasas en 80 km/h. en vía interurbana o en 60 km/h. en vía urbana el límite establecido estarás cometiendo un delito y te convertirás en un delincuente vial, pudiendo ir a la cárcel.

- Hace unos años defendí la instalación de un limitador de velocidad, para evitar que un vehículo pueda circular por ejemplo a 200 kh/h. Eso es una locura, a esa velocidad es difícil que puedas vivir si sufres un accidente. Al igual que sigo defendiéndolo, defiendo también la instalación de un control de alcoholemia que impida la puesta en marcha del vehículo si su conductor ha bebido.

- La acción policial en general es un buen freno para disminuir los accidentes de tránsito. ¿Qué otras medidas deberían implementarse para disminuir la siniestralidad?

- Sin duda la concienciación y la educación, esos son los secretos. Al fin y al cabo la policía es represora de comportamientos que son ilegales en materia de seguridad vial, te imponen una denuncia y ya está, pero hay otro papel muy importante que realizan los policías a diario, concienciando y previniendo ilegalidades, ese papel es poco valorado, por desgracia. Por poner un ejemplo, qué gran papel hacen los policías dedicados a impartir educación vial.

- Ojo, la seguridad vial es una de las principales funciones policiales en España, ejercida en mayor o menor medida por todos los cuerpos integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Es extraño el agente de policía que no realiza alguna vez en su vida profesional una intervención relacionada con esta materia. Es asimismo, un problema social de primer orden, ya que causa más de 1000 muertes al año en España, y un número muy superior de heridos, aunando las pérdidas humanas con cuantiosas cantidades económicas en concepto de daños, reparación de vehículos, primas de seguros, etc. Si tenemos en cuenta que determinadas actividades al volante son constitutivas de delito, la formación en tráfico y seguridad vial se convierte en un elemento fundamental de la formación policial.

- ¿Qué consecuencias para los imprudentes tiene la siniestralidad?

- Teniendo en cuenta los distintos tipos de imprudencia y el resultado del accidente podemos establecer tres tipos de responsabilidad en la que puede incurrir una persona al verse implicado en un accidente de tráfico. Puede ser de tipo penal, administrativa y civil. Las consecuencias penales cuando alguien se ve implicado como autor en un accidente de tráfico y ese accidente es fruto de una imprudencia, se puede catalogar como Grave o Leve y en función de esa catalogación se podrá estar incurriendo en determinadas conductas perseguibles por vía penal (delito o una falta), con sus correspondientes efectos jurídicos (penas o medidas de seguridad). En el caso de imprudencia grave, se podría estar cometiendo un delito o una falta perseguible por vía Penal. Dependiendo cada caso de las consecuencias de ese accidente. Si son daños en las personas, en el caso de Homicidio ó Lesiones graves…supondrían penas de privación de libertad y privación del derecho a conducir. Si las lesiones son leves (no necesitan tratamiento médico o quirúrgico), independientemente de que la imprudencia fuese grave o leve, no se considerará como infracción penal y la reclamación de los daños será por vía civil. Cuando al conductor se le considera únicamente causante de una imprudencia leve, se tramitará un Juicio de Faltas, y las penas son de multa y/o privación del permiso de conducir. En el caso de que los daños sean materiales, se considerará delito cuando la imprudencia que ocasionó el accidente fuera grave y la cuantía de los daños fuese superior a 80.000 euros. Si la imprudencia se considerase como leve, independientemente de la cuantía de los daños ocasionados, no se considerará que el hecho fuese perseguible por vía penal y la reclamación de los daños será por vía civil. Por último la responsabilidad penal (consecuencias penales), derivada de la comisión de delitos contra la seguridad vial: conducción temeraria, alcoholemia, drogas, conducir sin permiso de conducción y negativa a someterse a las pruebas de detección alcohólica.

- Las consecuencias civiles serán las relativas a la reclamación de daños por parte de las victimas de un accidente, tanto de daños materiales como de daños personales. Esta reclamación puede solucionarse con un acuerdo entre las partes. Ante esa falta de acuerdo también pueden llevarse a cabo a través de la jurisdicción civil (Juzgado de 1ª Instancia). Si bien, a diferencia de la jurisdicción penal, sólo se pueden pedir indemnizaciones pero no es posible solicitar la imposición de multas.

- Las últimas, las consecuencias administrativas, serán las relativas a las sanciones por infracciones cometidas a la reglamentación de la normativa de tráfico, por parte del responsable del accidente. Estas sanciones podrán ser pecuniarias, de pérdida de puntos y/o de pérdida o suspensión del permiso de conducir.

- Le pedimos a nuestro entrevistado si nos podría aportar alguna reflexión final sobre la problemática del tránsito y su visión del problema.

- Es necesario redefinir el concepto de accidentes de tráfico. Si tenemos en cuenta los tiempos actuales, los avances del tráfico y sobretodo de sus normas, principalmente las penales, con la tipificación de los delitos contra la seguridad vial y otros relacionados con los accidentes de tráfico, el término accidente va dejando de ser correcto para referirse a estos hechos. Pues tiene poco de fortuito y eventual, sino más bien evitable y negligente. J.S Baker define el accidente de circulación como: “Aquel suceso eventual, producido como ocasión del tráfico, en el que interviene alguna unidad de circulación y como resultado del cual se produce muerte o lesiones en las personas o daños en las cosas”. En mi opinión personal es necesaria una redefinición del término. Los accidentes de tráfico o circulación pasarían a llamarse siniestros de tráfico o viales (suceso vial), con unas características especiales: si hay víctimas (tanto leves, graves o fallecidos) sería agresión vial; si es con daños materiales: daños del tráfico; y en tercer lugar, si se debe a factores ajenos al factor humano (que ya es raro, por ejemplo cae un árbol por el viento): sería accidente de tráfico.
  


- No menos importante es el papel de las personas victimizadas, creo que hay que dar voz a las víctimas de los siniestros viales y a los expertos anónimos, porque ellos están todos los días observando la circulación, sus resultados, sus consecuencias y los puntos donde se está errando.

- No quiero cerrar la entrevista sin manifestar, una vez más, mi disconformidad con el delito de homicidio imprudente, que tiene una pena de 1 a 4 años de prisión en España. Matar sale muy barato. En mi opinión y de muchas víctimas de siniestros viales el homicidio imprudente, cometido por un conductor borracho o temerario debería castigarse como homicidio común, de 10 a 15 años de prisión. Él ha buscado el resultado, nunca la víctima, que ha perdido más: LA VIDA.

- Para finalizar creo oportuno mencionar que tengo el reto de convertir la criminología vial en el punto de atención de los fanáticos por la criminología y que este fenómeno sea estudiado para evitar la multitud de casos de violencia vial y el respeto merecido por las víctimas de los siniestros viales. El proyecto lo inició un amigo criminólogo, José María González González, y en él andamos, desarrollando, estudiando e investigando para darle forma a la criminología vial.



El Lic. Juan Antonio Carreras Espallardo es Master Universitario en Ciencias Forenses. Licenciado en Criminología y Periodismo (Univ. de Murcia). Diplomado Superior en Criminología Formación Profesional, Enseñanzas de Idiomas y Enseñanzas Artísticas. Diplomado Experto Universitario en Educación Vial para Profesores. Funcionario de Carrera de la Administración Local del Cuerpo de la Policía Local de Molina de Segura donde se ha desempeñado como formador de aspirantes a Policía Local y miembro de la Sección de Tráfico (Grupo de Atestados e Investigación de Accidentes). Director de Comunicación y Vocal en la Asociación de Criminólogos de Murcia ACM-FACE. Asesor de Seguridad y Tráfico del diario La Opinión de Murcia. Director de comunicación del Foro Internacional de la Víctima en los Medios. Es miembro del Comité Académico de esta Revista y ha contribuido con numerosos artículos relacionados a la Seguridad y la Criminología Vial.


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